Ante el escenario de incendios forestales más intensos, extensos y peligrosos al que nos enfrenta el cambio climático, necesitamos paisajes gestionados que garanticen seguridad y servicios ecosistémicos en la sociedad. ¡Este es nuestro reto!
Para mi el bosque es, a la vez, trabajo y punto de encuentro con la naturaleza y, por tanto, en cierta manera, es mi lugar en el mundo, fuente de experiencias que me gusta compartir
El reto más importante que tenemos delante es el de orientar la gestión de la prevención hacia un incendio diferente, lento y global, pero realmente implacable: el cambio climático
La corresponsabilidad, o responsabilidad compartida, es la llave fundamental para poder abordar eficazmente la prevención de incendios forestales en nuestro territorio, así como para afrontar con mayor éxito, y menores pérdidas, la extinción de los futuros incendios forestales
No hay maestra más generosa que la naturaleza, ni lección más enriquecedora que una visita al bosque. Observar una mariquita moverse, sentir el aroma de una jara o el tufo de una seta, escuchar un autillo al atardecer; son experiencias que siembran en nosotros la semilla del respeto hacia el medio natural
Hemos de volver atrás para poder seguir adelante. Es necesario recuperar una gestión agroforestal del territorio plenamente activa, fuente de fortaleza ambiental, paisajística y económica
En nuestras islas, quan ves un bosque sin intervenir, no estás viendo un bosque primario, simplemente estás delante de un bosque abandonado…a su suerte.
Luchar contra las llamas es de heroes y gestionar el bosque de malvados. Es más vistoso que un helicóptero haga una descarga de agua y poco aceptado incentivar la tala de árboles
Es un privilegio poder trabajar en la gestión, mejora y conservación de la naturaleza. La lista de desafíos para nuestros bosques es larga y es necesario repensar nuestra relación con el entorno. Debemos dejar un medio ambiente aun mejor para las generaciones futuras…